TAN DISTINTO COMO YO

TRAILER DE LA PELÍCULA

Tan distinto como yo, es una hermosa película que recorre las luces y sombras de la amistad, el amor de pareja, el perdón, el servicio, la caridad, la fe y la familia.

Es un drama basado en la vida real, que relata la historia  de Ron y Debbie, que en plena crisis matrimonial, ponen en jaque su vida, colocando a prueba su fe y familia. Estos hechos se van sucediendo a partir de un vínculo que forjan con Denver, un hombre en situación de calle malhumorado y cómico a la vez, herido y dulce, al mismo tiempo.

Atraviesa diferentes temáticas que nos interpelan como seres humanos: el racismo, la discriminación, el perdón y la entrega. Una emotiva historia que busca transmitir un mensaje sencillo y simple: un acto de bondad puede cambiarlo todo.

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Una vez que hayas visto la película te invitamos a leer esta reflexión… #AlertaSpoiler

“No hice al hombre para que este solo, caminen juntos como hermanos… sopórtense mutuamente, ámense unos a otros.”

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Esta película nos invita a pensar en el Jesús necesitado, aquel que encontramos en muchos de nuestros hermanos, y que nos convoca a brindarnos.  

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“Dios nos va a estar mirando, pero no sabemos a través de los ojos de quien”, manifestaba Denver en la película. Esto nos recuerda a la icónica frase de M. Menapace que decía que frente a los problemas del mundo tenemos nuestras manos, y cuando Dios venga, nos mirará las manos. Todo lo que hagamos en nombre de Él, puede dar frutos maravillosos  pues, “Dios está en el negocio del reciclaje, de convertir basura en tesoros”. 

Por eso, si entendemos “que lo único que mantendremos para siempre, es lo que damos”, podremos ver que la película no solo hace referencia a ayudar a quienes tienen alguna necesidad manifiesta y visible, desde un lugar asistencial y verticalista. Por el contrario, nos habla de ser capaces de desarrollar una mirada tierna y curiosa, que nos permita darnos en todo momento y sentido, y descubrir a Dios en el otro.  

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El matrimonio de Debbie y Ron nos muestra la posibilidad de actuar con amor dentro de la familia y fuera, pedir perdón y apostar por las segundas oportunidades.

En la amistad que este matrimonio desarrolló con Denver, todos terminaron por darse al otro, en diferentes niveles, y desde distintos lados. Pero ese darse, los transformó. Fue un hito que los atravesó a cada uno en su esencia más íntima, recibiendo más de lo que dieron. Esto nos muestra que, “ya sea que seamos ricos o pobres, o estemos en el medio, somos todos indigentes. Cada uno de nosotros busca su camino de vuelta a casa”

A partir de esta película y de esta reflexión, les proponemos dos disparadores para pensar y repensarnos en nuestros vínculos con los demás: 

• RECIBIÉNDOTE: ¿en qué situaciones, en las cuales me encontraba en servicio, experimenté la transformación que el otro pudo hacer en mí? ¿Estoy abierto a eso o coloco barreras que determinan una posición estática y unilateral entre quien da y quien recibe? ¿Cómo reacciono frente a las interpelaciones del otro?

• DÁNDOME:  La caridad se trata de un amor desinteresado que surge por el mero deseo de darse a los demás, ¿Cuál es mi motivación de fondo o actitud que me mueve a ayudar ? ¿Cuando lo hago, me posiciono desde un lugar verticalista: "Te doy porque tengo y vos no"? ¿Desde una relación de fraternidad: "descubro que el otro es hermano y mi prójimo y quiero ayudarlo"? ¿Lo hago desde un relación social de transformación: "busco el bien común y quiero erradicar la pobreza"? ¿Abro los ojos frente a lo que le pasa al otro y me implico con eso? ¿O me cuesta comprometerme con la gente pero trato de vencerme a mí mismo?

La caridad es una auténtica elevación del alma a Dios; y llega al corazón de los hombres que se ocupan, en cuerpo y alma, del bien humano, material y espiritual, de los demás. Procuremos no olvidar esta dimensión tan esencial de esta virtud, para no caer en cuestiones puramente asistenciales o paternalistas. Para mejorar nuestro mundo, debemos, abrir las puertas, salir al encuentro del otro, dejarse tocar y AFECTAR por su situación y, en comunidad, asumir un COMPROMISO liberador y transformador. Desarrollando la “sabiduría del estar, la artesanía del hacer y paciencia para tejer comunidad”. 

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“No podemos juzgar a un libro por su portada porque no sabemos cómo nos está juzgando Dios”.

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