"LA ESPERA COBRA SENTIDO"

¡Llegamos al Domingo! ¡Y que día, eh!  Domingo de Pascuas, Domingo de Resurrección. Hoy es el día en el que Jesús nos muestra su poder, el poder del amor sin límites, el amor que todo lo puede y todo lo alcanza. Llenate de alegría y esperanza porque Jesús está vivo y vino a salvarte a VOS. Hoy demostró que ni el pecado ni la muerte tienen la última palabra, la salvación llegó y tiene nombre propio: Jesús. 

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Durante este tiempo fuimos abriendo nuestros corazones para lo que Jesús nos tiene preparado a cada uno hoy. Llegamos a este día, habiendo atravesado distintos momentos, acompañando a Jesús en cada día de esta Semana Santa de una manera distinta. Pasamos por el jueves donde compartimos íntimamente con  ese Jesús tan humano, que se preparaba con sus amigos para un día muy doloroso. El viernes, acompañándolo en su cruz, paso a paso, pudimos reflexionar sobre la nuestra, que carga nuestros pesares y dolores más profundos.  

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Y ayer, tuvimos la posibilidad de transitar un día que nos conecta directamente con este tiempo de cuarentena, la vigilia. Un tiempo de espera, de incertidumbre, un tiempo donde nos sentimos en un limbo, donde lo único que queda es entregar y entregarnos. Tratando de vivir un día a día desde la paciencia, pero sobre todo con la esperanza profunda, que a veces  puede ser más fuerte y otras veces más débil, pero que nos ayuda a confiar que algo bueno va venir, que ¡Jesús va a resucitar! 

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En estos días también contamos con la esencial e infaltable compañía de nuestra querida madre María, asombrándonos cada vez más con sus modos de amar y acompañar en el dolor, de su fidelidad incondicional a su Hijo en todo momento. Supimos saberla nuestra Madre, que nos acompaña a cada uno, como sus hijos amados, la tomamos como ejemplo y como compañera. 

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Esto es sin dudas, un camino de transformación, donde Dios nos demuestra que hace nuevas todas las cosas. Te proponemos que vivas esto, y que te adentres en esta lectura,  mensaje de Jesús resucitado, buscando qué quiere transformar Dios en vos, en tu vida. Hoy la muerte se transforma en vida, la espera cobra sentido, y tiene su fruto ¡Hoy nuestra vida cobra sentido, buscamos a ese Jesús vivo!

Evangelio según San Juan 20,1-9.

El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada.

Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto". Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes. Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró. Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo, y también el sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó.Todavía no habían comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los muertos. 

Palabra de Dios.

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Ahora te propongo que busques un lugar en donde puedas hacer silencio en el corazón y concentrarte, para así lograr escuchar a ese Jesús resucitado que viene a tu encuentro. Si tenés una velita, ponela cerca y prendela, para así sentir su luz. Si es necesario, relee el Evangelio, no te apures, dale tiempo a que cada palabra actúe en tu corazón. 

Por último, te recomiendo que vayas escribiendo tu reflexión y que te interiorices con el Evangelio, hacelo tuyo, ponete en el lugar de cada persona, empatiza con ellos, experimenta sus pensamientos y sus emociones, tal como si hubieses estado ahí presente. 

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Pensá en María Magdalena, esa mezcla de miedo e incertidumbre al ver el sepulcro abierto. Pedro y Juan, que ante el milagro de la Resurrección, no entienden, no logran asimilarlo. Ponete en su lugar y pensá, qué hubieras hecho, qué hubieras sentido.

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¿Qué dice este Evangelio, y qué te dice a vos? ¿Qué es lo que Jesús te dice a través de él?

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Tomate unos minutos para pensar y hablar con Jesús Resucitado, para comunicarte con él a través del mensaje de este Evangelio: 

¿Qué te hace decirle? ¿Por qué cosas le querés pedir o agradecer? 

¿Qué cosas de este Evangelio podés aplicar a tu vida? ¿Qué es lo que Jesús te pide que hagas? ¿Qué camino de vida te invita a tomar?