Ya se escucha el cantar (o Do you hear the people sing) es sin duda una de las canciones más representativas de Los Miserables. Nos ubicamos en una París azotada por el hambre, la delincuencia y la lucha política entre la monarquía y los republicanos. En este contexto, un grupo de estudiantes que se reúnen en el café ABC, se hace portavoz del pueblo iniciando una revolución al grito de la libertad. Quitando las banderas políticas y el enfrentamiento violento que se llevó a cabo en esta revuelta liderada por Enjorlas, podemos aprovechar esta canción como metáfora de nuestra vida. Al igual que los estudiantes, todos tenemos valores, ideales y creencias que defendemos. ¿Cuáles son los míos? ¿Qué tan presentes están Jesús, el mandamiento del amor, las bienaventuranzas? ¿Estoy dispuesto a dar todo por defenderlos o prefiero mantenerme al margen cuando se ponen en juego?
Otra imagen muy representativa es la de las barricadas, donde luchamos contra la adversidad dejándolo todo. En nuestra vida también tenemos barricadas, ese frente de batalla del cual a veces escapamos y otras veces nos alcanza irremediablemente. Podemos tener caídas, como la de Pedro cuando negó tres veces al Maestro, pero siempre se presenta una oportunidad para levantarnos y volver a luchar.
San Pablo se expresa también en estos términos cuando dice: “He peleado hasta el fin el buen combate, concluí mi carrera, conservé la fe.” En este combate de la vida, a veces contra nosotros mismos, otras veces contra el mundo, tenemos la ventaja de que nos sabemos en el lado ganador. Con Dios de nuestro lado tenemos la certeza de que por más dura que parezca la lucha, al final Él triunfará.
El musical nos regala en la última canción este sentido. Con la misma melodía pero con otra letra, los personajes que vimos pasar durante la obra cantan la que en su momento fue la canción que representaba el inicio de la revolución, pero con una letra donde la esperanza cristiana se hace presente, la barricada es nuestra vida y la victoria es vivir en el Señor.
Ya se escucha el cantar, marchando por la oscuridad.
Son los acordes de un pueblo que la luz quiere alcanzar.
Aunque el mundo sea cruel siempre la llama brillará.
Hasta la noche más oscura amanecerá.
Vivirán en libertad en el refugio del Señor.
Dará fruto nuestra siembra y la lucha acabará.
Caerán las cadenas y el pueblo por fin vencerá.
La cruzada hay que apoyar ¿quién será fuerte y luchará?
Detrás de esa barricada un mundo nuevo brillará.
Ya se escucha el cantar, oigan al pueblo y su verdad.
Es el futuro que mañana comenzará.
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