¡Hola! La propuesta para la oración de hoy es hacer una Lectio Divina… ¿Nunca hiciste? Es una buena oportunidad para tener una primera experiencia con esta linda forma de rezar. Lo mejor de esta forma de rezar, es que una vez que la aprendés podés hacerla en cualquier momento y lugar.
¿Qué es la Lectio Divina? Es una Lectura Sagrada: es una forma de tener un encuentro con Dios a través de la Sagrada Escritura, y se hace normalmente tomando un pasaje determinado de la Biblia para hacerla oración. Por lo general, solemos rezar con reflexiones ya hechas, lo lindo de la Lectio es que tomando el evangelio como guía podés armar tu propia reflexión, propuestas para vivir la fe y el camino que Jesús quiere para vos.
¿Qué necesitas? Papel, birome y ganas de dejarte guiar por Dios y lo que él tiene para decirte.
¿Cómo se hace? Tiene una serie de pasos (nosotros proponemos 6) que van guiando la oración y permiten vivir a pleno el evangelio. La idea es hacer el paso de a uno, así que no leas la siguiente consigna hasta no haber terminado la anterior. Es muy simple hacer cada paso, simplemente respondes a la pregunta que se hace.
Antes de empezar haremos la invocación al Espíritu Santo, y una primera lectura del Evangelio de hoy, para luego profundizar sobre el mismo.
"Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía tu Espíritu para darnos nueva vida, y renovarás la faz de la tierra. Oh Dios, que iluminas los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, haznos gustar de todo lo recto, según tú mismo Espíritu, y gozar para siempre de tus consuelos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén."
Lectura del santo evangelio según San Juan (5,1-16)
“Después de esto se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, cerca de la Puerta de las Ovejas, una piscina llamada en hebreo Betesda. Tiene ésta cinco pórticos, y bajo los pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, tullidos y paralíticos. Todos esperaban que el agua se agitara, porque un ángel del Señor bajaba de vez en cuando y removía el agua; y el primero que se metía después de agitarse el agua quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. Había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Jesús lo vio tendido, y cuando se enteró del mucho tiempo que estaba allí, le dijo: «¿Quieres sanar?» El enfermo le contestó: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua, y mientras yo trato de ir, ya se ha metido otro». Jesús le dijo: «Levántate, toma tu camilla y anda». Al instante el hombre quedó sano, tomó su camilla y empezó a caminar. Pero aquel día era sábado. Por eso los judíos dijeron al que acababa de ser curado: «Hoy es día sábado, y la Ley no permite que lleves tu camilla a cuestas». El les contestó: «El que me sanó me dijo: Toma tu camilla y anda». Le preguntaron: «¿Quién es ese hombre que te ha dicho: Toma tu camilla y anda?» Pero el enfermo no sabía quién era el que lo había sanado, pues Jesús había desaparecido entre la multitud reunida en aquel lugar. Más tarde Jesús se encontró con él en el Templo y le dijo: «Ahora estás sano, pero no vuelvas a pecar, no sea que te suceda algo peor». El hombre se fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado. Por eso los judíos perseguían a Jesús, porque hacía tales curaciones en día sábado.”
Palabra del Señor
PASOS:
LECTURA (trabajo con el corazón). Leer la lectura de manera atenta, detallada y sin apurarse, pensar ¿Qué dice el texto?
MEDITACIÓN (trabajo con la mente). Reflejarse en la palabra, interiorizar el mensaje, ahondar en la propia vida. Pensar ¿Qué me dice el texto?
ORACIÓN (trabajo con el espíritu). Orara la palabra, pedir, adorar, agradecer. Hablar con Jesús, directamente, como amigos, a partir del evangelio Pensar ¿Qué me hace decirle a Dios?
CONTEMPLACIÓN (trabajo con el alma). Cada pasaje del evangelio me da a conocer algo, tiene un mensaje que puedo aplicar a mi vida. Pensar ¿Qué me da a conocer?
COMPROMISO (trabajo con el cuerpo). Ver la realidad con la mirada de Dios, qué me pide Dios que haga. Pensar ¿Qué camino de vida me invita a tomar?
COMPARTIR (trabajo con el otro). Compartir lo que pensé, la fe es compartida y al compartirse se nutre. Te invitamos a buscar un espacio con alguna persona y compartir eso que pensaste.
Algunas reflexiones para compartir la fe (leelas después de hacer tu lectio). Para llevar a cabo el 6° paso te invitamos a que leas algunas reflexiones que hicieron del evangelio jóvenes de la parroquia, y también, si te animás, compartas en el instagram de la parroquia (@parroquiasannicolasdebari) tu propia reflexión así podemos nutrirnos con el mensaje que Dios le dió a cada uno en este evangelio.
Podés leer todas o elegir la que más te llame la atención.
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