Y nos volvemos a encontrar una vez más, a través de este blog, a través de la oración, pero lo más lindo es que nos volvemos a encontrar con Jesús. Primero que nada te invitamos, a que te pongas en presencia de Dios, no hace falta que arranques a leer ya, busca estar tranquilo/a, tomate tu tiempo para descubrir que él está al lado tuyo, y si cuesta, simplemente pedile que te ayude a estar con él. Esto es lo más importante de todo, sentir su presencia.
Ahora si, una vez que estés en presencia: En el nombre del Padre del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén.
Te invitamos a que leas este pasaje del evangelio detenidamente, tratando de descubrir desde dónde te está hablando Dios a vos, ¿qué te quiere decir? Simplemente quédate en esas palabras y frases que te resuenan… ¿Qué te hacen sentir?
Se sugiere escuchar la siguiente canción: Signos de amor para entrar en clima
Evangelio según san Juan
Jn 5, 31-47
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Si yo diera testimonio de mí, mi testimonio no tendría valor; otro es el que da testimonio de mí y yo bien sé que ese testimonio que da de mí, es válido.
Ustedes enviaron mensajeros a Juan el Bautista y él dio testimonio de la verdad. No es que yo quiera apoyarme en el testimonio de un hombre. Si digo esto, es para que ustedes se salven. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y ustedes quisieron alegrarse un instante con su luz. Pero yo tengo un testimonio mejor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar y que son las que yo hago, dan testimonio de mí y me acreditan como enviado del Padre.
El Padre, que me envió, ha dado testimonio de mí. Ustedes nunca han escuchado su voz ni han visto su rostro, y su palabra no habita en ustedes, porque no le creen al que él ha enviado.
Ustedes estudian las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues bien, ellas son las que dan testimonio de mí. ¡Y ustedes no quieren venir a mí para tener vida! Yo no busco la gloria que viene de los hombres; es que los conozco y sé que el amor de Dios no está en ellos. Yo he venido en nombre de mi Padre y ustedes no me han recibido. Si otro viniera en nombre propio, a ése sí lo recibirán. ¿Cómo va a ser posible que crean ustedes, que aspiran a recibir gloria los unos de los otros y no buscan la gloria que sólo viene de Dios?
No piensen que yo los voy a acusar ante el Padre; ya hay alguien que los acusa: Moisés, en quien ustedes tienen su esperanza. Si creyeran en Moisés, me creerían a mí, porque él escribió acerca de mí. Pero, si no dan fe a sus escritos, ¿cómo darán fe a mis palabras?’’. Palabra de Dios.
“Si yo diera testimonio de mí, mi testimonio no tendría valor; otro es el que da testimonio de mí y yo bien sé que ese testimonio que da de mí, es válido.”
Que lindo mensaje nos quiere transmitir Jesús en este pasaje, él en su grandeza necesita de nuestra pequeñez, necesita que cada uno de nosotros de testimonio de su presencia en nuestras vidas. ¿Sí hay instrucciones que debemos seguir para dar un buen testimonio de fe? No… simplemente tener ese encuentro con él, ese primer encuentro que da inicio a nuestro camino de fe, a lo largo de nuestra vida, lo vamos conociendo cada vez un poco más, asombrándonos de todo a lo que nos invita, y de todo lo que nos ama. Cada uno con sus tiempos y a su manera.
Conocemos sus modos de acompañar, de ayudar, de enseñar, de perdonar, en definitiva, conocemos su modo de amar. Como siempre nos dicen y nos repiten, cada uno es único, y la manera que Dios tiene de estar en sus vida también es única, cada uno se encuentra con él en distintos momentos de la vida, a veces nos alejamos o nos acercamos, lo conocemos más, o lo tratamos como un simple desconocido. Pero ahora la pregunta es ¿Alcanza con que lo conozcamos para dar testimonio de él?
Dios nos pide algo más que mencionar su nombre, que hablar de su palabra, ir a misa, recibir los sacramentos, confesarnos... Claro que esto es importante, y nutre nuestra fe y nuestros corazones. Pero lo esencial está en nuestro modo de vivir, en la coherencia con la que damos cada uno nuestros pasos, uniendo lo que creemos con lo que somos y hacemos, sea en el ámbito que sea y sea con la persona que sea. Muchas veces no nos va a ser fácil, ya que va a haber ámbitos, personas, o situaciones en las que nos vayamos a sentir más desafiados, donde la duda y la inseguridad nos tiren un poco para atrás. Esto es normal, a todos nos cuesta por momentos permanecer en esa coherencia, pero está bueno poner todo eso en manos de Jesús, ponerlo en oración y saber que él nos acompaña.
Jesús pone de lo suyo y nos ayuda, confiemos en eso, hagámoslo parte, vayamos con él paso a paso. El mensaje de Dios es claro, que tu vida enseñe su amor, solo así daremos testimonio de la presencia de él en nuestras vidas, testimonio de su amor para todos. No te olvides que todos somos distintos, tu modo de enseñar, su amor tal vez no sea el mismo que el de tus amigas, o los de tu familia, pero lo importante es que él sea tu horizonte, que sea él a quien imitas y seguis, con todo lo que sos, sos un instrumento muy valioso para él. Él te necesita así como sos. Y lo más lindo de todo esto, es lo que nos dice el evangelio:”No es que yo quiera apoyarme en el testimonio de un hombre. Si digo esto, es para que ustedes se salven.” Sin dudas vivir de la mano de Jesús nos salva, y está bueno que los que tenemos la posibilidad de conocerlo, ayudemos que nuestra vida, nuestro modo de ser y proceder ayude a otros a conocerlo y sumarlo a su vida, para así salvarnos entre todos, con su amor.
Nutramos nuestros corazones de todas las personas que nos enseñan su amor, seguramente mucha gente que está en nuestra vida, hace que conozcamos día a día un poco más a Jesús. Pensar en esas personas, amigos, algún conocido, alguien de la parroquia, un familiar, alguien del trabajo o facultad, o simplemente una persona con la que compartiste poco tiempo, pero en quien descubriste que su vida enseñaba su amor, que lo enseñaba a él, sin la necesidad de ponerlo en palabras. "Muchos no leerán otro evangelio que tu vida"
Entonces, pensando en todo esto, ahora te proponemos que mires un poco para dentro, te conectes con lo que es tu propia vida, con lo que sos vos, con lo que venís viviendo está cuarentena. Más que nada como la venís viviendo, si estas con alguien, en la convivencia, si estás sólo, en la conexión con tu familia y amigos. Pensá, qué de esta cuarentena te tiene medio mal, o te deja como inquieto, qué cosa de lo que venís viviendo no lo haces al 100%. Hay algo en estos días en lo que seguro podés mejorar o cambiar.
Hoy te invitamos a que anotes eso en lo que ves que podes cambiar, y que te propongas a hacerlo distinto. Pero no de cualquier modo, sino que en este momento de oración puedas discernir cuál es el modo en que Jesús lo haría, y así desde lo poco, en está cuarentena lo puedas imitar un poquito más. Te invitamos, también, a que pienses en esas personas que forman parte de tu vida, que en su modo de ser y proceder te acercan más a Jesús, ofrecerlas y agradecele a Jesús por ellas. También a que pienses en esas personas cercanas que hace mucho que no ves o no hablas... pueden ser tus abuelos, tus tíos, capaz algún primo o algún amigo, sabiendo que la misión “empieza por casa”, la propuesta es que lo llames para ver cómo están sus vidas y cómo están viviendo esta cuarentena.
Tu Modo de Cristóbal Fones Sj.
La propuesta para esta canción es que elijas una frase y reces con ella durante el día.
Jesús al contemplar en tu vida
El modo que tu tienes de tratar a los demás
Me dejo interpelar por tu ternura
Tu forma de amar nos mueve a amar
Tu trato es como el agua cristalina
Que limpia y acompaña el caminar
Jesús enséñame tu modo
De hacer sentir al otro más humano
Que tus pasos sean mis pasos
Mi modo de proceder
Jesús hazme sentir con tus sentimientos
Mirar con tu mirada
Comprometer mi acción
Donarme hasta la muerte por el reino
Defender la vida hasta la cruz
Amar a cada uno como amigo
Y en la oscuridad llevar tu luz
Jesús enséñame tu modo
De hacer sentir al otro más humano
Que tus pasos sean mis pasos
Mi modo de proceder
Jesús yo quiero ser compasivo con quien sufre
Buscando la justicia, compartiendo nuestra fe
Que encuentre una auténtica armonía
Entre lo que creo y quiero ser
Mis ojos sean fuente de alegría
Que abrace tu manera de ser
Jesús enséñame tu modo
De hacer sentir al otro más humano
Que tus pasos sean mis pasos
Mi modo de proceder
Quisiera conocerte, Jesús tal como eres
Tu imagen sobre mi es lo que transformará
Mi corazón en uno como el tuyo
Que sale de sí mismo para dar
Capaz de amar al padre y los hermanos
Que va sirviendo al reino en libertad
Jesús enséñame tu modo
De hacer sentir al otro más humano
Que tus pasos sean mis pasos
Mi modo de proceder
Enséñame tu modo Señor
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