Emaús
Aquí vamos Jesús, caminando con Vos,
dando un paso, queriéndote elegir.
Y es la tierra que late cuando cae la luz.
Es tu mirada radiante que descubre huellas
de libertad, en nosotros…
Tus palabras dibujan la esperanza
y nos dicen que aquel que está en camino
se mantiene vivo.
Porque tu corazón habló el nuestro cantará.
Porque tu corazón habló el nuestro cantará...
Quédate con nosotros,
no te vayas del mundo Jesús.
Quédate con nosotros,
danos tu paz.
“«Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba». Él entró y se quedó con ellos” - (Lc. 24, 29)
Emaús no es un fin, sino un punto de conversión y encuentro personal con Jesús. Él baja hasta lo más hondo, a las tinieblas del mundo, para volver a encontrarse con vos y quedarse al lado tuyo para siempre.
Como comunidad estamos caminando, al igual que los dos discípulos que se dirigían a Emaús caminamos a un encuentro íntimo y personal con Jesús resucitado. Nos vemos reflejados en ellos cada vez que emprendemos un camino, a veces con desilusión o tristeza, y sin saberlo nos dirigimos a un encuentro con Él.
Jesús que resucitó se esconde en tu vida de la forma más sencilla, se muestra humilde y manso. Camina junto a vos y entra en tu corazón porque quiere permanecer en él. Te habla directo a tu interior al punto de hacer arder tu corazón con sus palabras.
Te invitamos a tomarte unos minutos para ponerte en presencia de Dios y silenciar el ruido interior que te invade para escuchar aquello que él tiene para decirte. La canción puede servirte de ayuda para dejarte conducir y soltar por un rato el control de este momento de encuentro profundo entre vos y Jesús.
Te dejamos también algunas preguntas en el caso de que te ayuden a rezar.
¿Cuántas veces caminamos con Jesús a nuestro lado y no lo reconocemos?
¿Quiénes representan a Jesús en nuestras vidas? ¿En qué momentos lo podemos identificar?
¿En qué momentos o con qué personas sentimos que arde nuestro corazón? ¿Dónde se hace Jesús más presente?
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