San Agustín decía, “cantar es rezar dos veces”, te invitamos a rezar cantando y a profundizar en la letra de esta canción. Para esto te dejamos algunas preguntas basadas en frases de la canción.
Sopla
Sopla Señor te lo pido, quédate esta noche en mi alma pues solo tu amor y abrigo me darán consuelo y calma. Sopla Señor sopla fuerte, envolveme con tu brisa. Y en tu Espíritu renovame, hazme libre en tu sonrisa. A pesar de mis caídas, hazme fiel a tus promesas. Sopla Señor en mi vida, y arrancame esta tristeza. Sopla, sopla Señor tu grandeza, sopla Hazme fiel en mi pobreza, sopla.
“Solo tu amor y abrigo me darán consuelo y calma”
¿Busco mi consuelo y mi calma depositando mi confianza en Él? ¿O a veces me consuelo simplemente con tener “la mente limpia”, “la consciencia tranquila”? ¿Y no hay veces en las que mi calma es simplemente el estar relajado, que es distinto de la paz interior?
Como se cuenta en el Evangelio de hoy, luego de su Resurrección, Jesús, exclamando “¡La paz esté con ustedes!”, nos regala al Espíritu Santo para que nuestros pecados sean perdonados y nosotros también podamos perdonar. Ese Espíritu, desde que se nos fue dado, nos acompaña y habita dentro nuestro, regalándonos (si se lo pedimos) el consuelo que nace de su perdón, y la calma que es fruto de esa paz de la que habla Jesús.
“A pesar de mis caídas, hazme fiel a tus promesas”
El Espíritu Santo no es un superpoder que nos hace invencibles frente al mal. Ciertamente hemos caído y seguiremos cayendo muchas veces, pero ¿estás dispuesto a volver hacia Él y renovar tu fidelidad luego de una caída? ¿Estas necesitando eso – volver a abrirle tus puertas y confiar en lo que pueda obrar en y con vos – hoy?
“Sopla Señor en mi vida y arrancame esta tristeza”
Cuando estamos atravesando una situación que nos causa tristeza, angustia, desesperación, y pedimos ayuda al Señor, Él nos envía su soplido. Este soplo es el Espíritu Santo que actúa, si lo dejamos, desde nuestro interior. ¿Reconoces algún momento de tu vida en el que el Espíritu te haya ido sanando, lentamente y casi sin darte cuenta, por dentro? ¿Necesitas ese soplo hoy?
Para finalizar te proponemos que elijas la frase que más te llamó la atención de la canción, muchas veces nos pasa que al cantar nos olvidamos la importancia de la letra que estamos rezando. Por eso, te proponemos que, de acá en adelante, cuando escuches una canción intentes identificar cuáles son las frases en las que Dios quiere hablarte... y te hagas las preguntas que sientas que necesitas.
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