EL SEÑOR DE LOS ANILLOS

En esta trilogía de Peter Jackson, inspirada en la obra maestra de J. R. R. Tolkien, la salvación de la Tierra Media está en juego. Pero la salvación no depende de un súper-héroe o de un ángel sino de un humilde hobbit, el más pequeño de ellos, Frodo Baggins. Encargado con la misión de destruir el Anillo Único, fuente de poder del malvado Sauron,  un ser con el único objetivo de someter a los pueblos libres de la Tierra Media. Junto a una Comunidad de hermanos, donde se encuentran su entrañable amigo Sam, quien lo abandonaría jamas, y Gandalf, un mago muy sabio, tendrá que encarnar una verdadera lucha cuaresmal: aceptar la carga de la propia misión, asumir el anillo, combatir contra la tentación del poder y de la soberbia, pasar hambre y sed. Su camino es análogo al de Jesús (con sus semejanzas y desemejanzas), su camino de descenso a Mordor puede volverse fuente de salvación para todos.

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Te dejamos algunas preguntas que pueden servirte para reflexionar en este tiempo de cuaresma:

- Si entendemos el anillo como una analogía de la cruz: ¿cuál es el "anillo" en tu vida? ¿cuál es la cruz que se te invita a cargar?

- Si miramos el anillo como lugar de tentación y de pecado: ¿cuáles son tus "anillos"? ¿en qué momentos de tu vida escuchas esa voz sin palabras que te hunde y te deja aislado y sin sentido?

- ¿Quiénes son tus "Sam", aquellos que te acompañan fielmente a pesar de todo?

- ¿Hay algún "Gandalf" en tu vida? 

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Por último, ponete en la presencia de Dios... Podes prender una velita o ponerte frente a una imagen de Jesús o de María. En primer lugar, dale gracias por la Comunidad que te acompaña (tu familia, tus amigos, los sacerdotes). Después, entregale a Jesús ese anillo que te pesa, esa carga que está en tu cuello, atándolo y ahogándote. Tirá al fuego del amor de Dios todo lo que te aleja de él. Si te sirve escribirle una oración a Jesús, mucho mejor: Jesús ayudame en esta cuaresma a descubrir y ponerle nombre a los rollos que tengo en mi cabeza y no me dejan tranquilo. Quiero convertirme a vos, cumplir mi vocación y mi misión en el mundo, pensando en el bien de todos. Mostrame cuál es esa misión y dame la gracia para poder unirme a vos y llevarla a cabo.